El periodista sevillano abre su corazón a El Estandarte y nos muestra «el José Antonio» más humano
Cuando una persona abre el corazón, los sentimientos afloran y son latentes. Vemos a las personas reconocidas, en muchas ocasiones, como máquinas, que nunca fallan, que siempre tienen que estar a la palestra, que nunca se pueden equivocar, más aún si son periodistas informativos como es el caso del invitado en el día de hoy: José Antonio Rodríguez Benítez.
Reconocerán a simple vista su voz cuando lo oyen en Canal Sur Radio, verán reconocida su imagen de tantas veces cuantas ha salido en Televisión en aquellos programas en los que colabora o del que era presentador, ahora lo verán muy cercano al gabinete de comunicación del Presidente de la Junta de Andalucía, pues su labor y profesionalidad le ha llevado a copar grandes e importantes puestos que se ha ganado con mucho trabajo y tesón.
Hoy, El Estandarte habla con José Antonio, lo conoce de primera mano y le abre el periódico para que él nos abra el corazón:
- José Antonio Rodríguez, además de un enamorado por sus pasiones, es un periodista que desempeña diferentes funciones en su día a día… ¿Cómo te definirías, quién es José Antonio?
Me definiría como un sevillano que es periodista por vocación y que ha tenido la suerte de trabajar en lo que, realmente, le apasiona y le gusta. Me siento afortunado de ello.
- Cualquier persona cofrade que sintonice El Llamador y escuche tu voz, sabrá perfectamente de quien hablamos en el día de hoy. Incluso los de más memoria recordarán aquel mítico programa, e inigualable, “Semana Santa de Sevilla” en Tele Sevilla… ¿qué te gusta a ti más, la radio o la televisión?
La televisión tiene la fuerza de la imagen y eso te da instrumentos para hacer productos increíbles. Para hacer un programa, sin dudas, la televisión. Pero para narrar, en directo, un acontecimiento me quedaría con la radio. Los mejores narradores siempre estuvieron o nacieron en la radio.
- Tendrás muchos momentos guardados en la retina con todas las experiencias vividas, dime uno con el que te quedes trabajando en la radio y otro trabajando en la tele.
En televisión me quedo con el día que nos abrieron el panteón de Aníbal González del cementerio de San Fernando para desmontar la leyenda que recorría la ciudad asegurando que él estaba el Cachorro original. En la radio me quedo con la narración de la entrada de mi cofradía del Dulce Nombre, este año. Estaba fuera del cortejo pero, a la vez, sentía estar con los míos.
- ¿Qué momento fue aquel que nunca quisiste contar o narrar?
La suspensión de la Semana Santa por una pandemia.
- Además de periodista, has hecho tus pinitos como pregonero – recuérdese el pregón de las Glorias de Sevilla 2007, el de la Juventud de Triana 2002 o el de la Juventud de la Esperanza de Triana 2003 – ¿con cuál sueñas, qué pregón queda en tu interior por hacer?
Es un género emotivo pero uno no puede prodigarse por cada rincón dando pregones porque es imposible albergar sentimientos o experiencias de cada uno de ellos suficientes como para escribir un texto que parezca creíble. Es decir, con los cuatro o cinco pregones que he dado estoy más que satisfecho y no aspiro a nada más.
- Osuna es tierra de buenos saeteros, si tuvieras que dedicarle una saeta escrita a alguna imagen, ¿cuál sería? ¿Te atreves?
Se la escribiría al Cristo de Juan de Mesa de la Colegiata. Me enamoró cuando lo busqué para hacerle un reportaje para la televisión.
- Por tu profesión habrás podido vivir muchos momentos en muchos lugares de Andalucía, preséntanos alguna imagen que quizás desconozcamos de algún punto de Andalucía que te haya marcado.
Me marcó el río de devotos que va detrás del Cautivo de Málaga el Lunes Santo y la subida al Sacromonte de los Gitanos de Granada, de vuelta, en la noche del Miércoles Santo.
- También, como no podía ser de otra manera, eres costalero, pues la Esperanza de Triana tiene en ti a un hermano costalero, ¿Ella es tu mayor devoción? ¿Qué otras imágenes has llevado?
Tengo la suerte, desde hace casi diez años, de ser costalero del Cristo de las Tres Caídas, al que le tengo una devoción profunda y sincera. De hecho, siempre dije que, de ser costalero, sólo lo sería de mi Cristo si me llegaba esa oportunidad. Cuando era más niño salí de costalero en la Virgen del Rosario de mi pueblo, Gines, y en la Pastora de Triana.
- ¿Hay alguna imagen que te llene el corazón? ¿Cuáles son las devociones de tu familia?
En mi familia siempre se le ha rezado al Gran Poder y a la Virgen del Rocío. Al margen de mis hermandades, imágenes de referencia tengo muchas porque, gracias a Dios, he tenido la suerte de que me han inculcado desde pequeño mucho amor a nuestras tradiciones y nuestras devociones. Especialmente, a la Esperanza, a Santa Ana, al Cachorro o a la Estrella.
- Para ir finalizando, sabemos que conoces Osuna, pues presentaste el Acto Cuaresmal en la pandemia, además de haber asistido en varias ocasiones, ¿qué te gusta de la Villa Ducal? ¿Qué recomendarías al turista?
Osuna es un pueblo para enmarcar pero me da la sensación que siempre me sabe a poco cada vez que voy. Conocí a fondo la Colegiata y me enamoró la calle San Pedro mucho antes de que la Unesco se diera cuenta que no cabe más belleza en esa porción de mapa.
Carlos Bellido García