Crónica del Miércoles Santo en Osuna, por Carlos Bellido. Galería fotográfica de Jesús Povea
Habían ganas, muchas, puesto que en el 2024 el estreno quizás no fuese el deseado. Fátima tenía ganas de echarse a caminar rumbo a la Plaza Mayor y presentar su Hermandad en Carrera Oficial a lo grande, como se merece una Hermandad que tan bien viene haciendo las cosas desde que en 2013 se fundase como un Grupo de Fieles. Fátima llegó a Carrera Oficial por la puerta grande, «poniéndola boca abajo», pues Osuna también tenía ganas de recibirla y arroparla.
Tras el Rezo inicial de Estación de Penitencia, las imágenes se ponían en las calles del barrio de Fátima, desde la iglesia del Rosario de Nuestra Señora de Fátima de una manera magistral, con un cortejo muy completo, de principio a fin, y con un discurrir por las calles de manera ejemplar. Cabe decir – como se oye por el pueblo en estos días – «Fátima ha nacido para, también, dar un toque de atención». La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud estrenaba túnica de color burdeos en terciopelo de seda tornasolado de máxima calidad con forro de seda donada por hermanos de la corporación y también estrenaba un cíngulo de oro. El paso procesional de María Santísima de la Encarnación estrenaba los candelabros de cola y, además, la Santísima Virgen estrenaba un encaje de Bruselas para su tocado.
Con celeridad ambos pasos discurrían por las calles, destacando las estrecheces de Hazuelas, maravillosa la Hermandad en este punto, Gordillo o el momento de la iglesia del Carmen, ya que este año, por una previsión inesperada de lluvia, el punto álgido de las calles Manuel Puro y Rufina Cuadra, del barrio, no pudieron celebrarse de manera completa al tener la Hermandad que acelerar su caminar para recogerse lo más pronto posible. Finalmente la lluvia hizo acto de presencia una vez que la Hermandad ya se recogió.
La Banda de Cornetas y Tambores Santísima Trinidad de Palencia acompañó a Nuestro Padre Jesús de la Salud y la BM Fernando Guerrero de Los Palacios y Villafranca acompañó al palio de María Santísima de la Encarnación, ambas con unos registros altísimos y un nivel superlativo dándole mayor realce a esta tarde-noche de Miércoles Santo.
Fátima regaló una noche espléndida a su barrio, a su Hermandad, a su gente y al pueblo de Osuna con una espinita clavada al echar de menos su calle de los naranjitos, otro año más, pero mostrando un espíritu joven, un aire fresco y novedoso y un soplo de calidad muy necesaria en la Villa Ducal.
