Desde el año 2025 el premio que otorga esta casa a alguna institución o persona, tendrá un nuevo nombre en recuerdo al que alentó a este equipo desinteresadamente durante 2 años
Si algo nos enseñó la vida es a dar las gracias a todas aquellas personas que venían a este equipo con ganas y de buena fe. Aun más, tenemos que darle nosotros las gracias a la vida por habernos puesto en el camino a Javi Reina, más concretamente este equipo humano y cofrade, pues encontramos en él la mayor definición de respeto, amor por su trabajo y compañerismo, además de ser fiel fruto del amor al prójimo.
Desde el año 2025, el equipo de El Estandarte añadirá a su premio un nombre que va ligado al amor y al altruismo, hasta ahora el premio que otorgábamos se llamaba «Premio Estandarte (seguido del año)», pasando a llamarse a partir de ahora «Premio Estandarte Javier Reina (seguido del año)», en honor y memoria de Don Javier Reina Rivera, un hombre bueno, realmente bueno.
Además de todas las alabanzas que se merece Javi, uno de los motivos de fundamento del por qué nuestro premio tendrá su nombre es que en la etapa pasada, cuando este equipo trabajaba con el nombre de «El Cuartelillo», Javi sustentó de su bolsillo durante 2 temporadas a este equipo (2019 y 2020), para que siguiéramos haciendo lo que más nos gustaba: hablar de cofradías. Javi nos cedió una sala de Qualy, en el edificio Mancar, sin cobrarnos ni un solo euro para luz, para alquiler, para gastos de cables, micrófonos, mesa de mezcla… y no solo eso, sino que además invitaba a ágapes a los invitados cuando asistían al programa, organizó durante 2 años con dinero propio las galas de entregas de premios y presentación de los carteles y compró 2 photocall de El Cuartelillo para que nuestros programas fuesen más interesantes y vistosos.
Javi, además de altruista, porque jamás pidió nada a cambio, era servicial, en su boca siempre estaba un «¿qué necesitas?» o un «¿en qué puedo ayudarte?». Era una persona que no te dejaba decir «NO», pues siempre confiaba en las capacidades de todo el mundo para conseguir lo que se propusieran y él consiguió algo que quizás no entraba en sus planes: que todo el mundo confiase en Javi para intentar ser cada día mejor persona.
Así, de esta manera, que ojalá perdure mucho en el tiempo, queremos que el nombre de Javi quede grabado para siempre en las hemerotecas y que dentro de 50-100 años o incluso más, cuando alguien busque en su navegador, les aparezca el nombre de Javier Reina ligado a alguien grande, eternamente recordado.