Crónica del Jueves Santo, por Carlos Bellido. Galería fotográfica de Jesús Povea
Desde la iglesia de Santo Domingo hasta los cantillos del Carmen, el Jueves Santo de Osuna llegaba para regalarnos unas estampas únicas, pues Jesús Caído volvería a subir a la Merced y la Humildad pasaría por primera vez por la puerta de la casa familiar de Javier Reina, la insignia de oro del Consejo, tras su fallecimiento.
En Santo Domingo se abrían las puertas unos minutos más tarde de las 19: 00 h, con un discurrir pausado y una salida algo tranquila, momento en el que la Hermandad se pondría a caminar para subir a la anhelada Merced, pasar por Carrera Oficial y recuperar la estrechez de Hornillos y Gordillo, dejando momentos únicos. La Hermandad estrenaba la marcha «La Virgen de la Merced» del compositor de Osuna Antonio Jesús Gómez, dedicada a la dolorosa del Jueves Santo.
Acompañaba a Nuestro Padre Jesús Caído la Banda CCTT Nuestro Padre Jesús Caído de Osuna y a la Virgen de los Dolores, la BM Castillo de la Mota de Marchena. Con puntualidad, las 21:00 h, pedían venia en Carrera Oficial ambos pasos, comandados por Francisco Javier Rodríguez en el Señor y Eduardo Rodríguez en el palio.
La Hermandad de la Humildad y Paciencia, salía del Convento de Padres Carmelitas, en un año el que se celebran los 25 años de la reposición al culto de su titular, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. Pero este evento tuvo lugar el Lunes Santo, el Jueves salían a la calle el Señor Atado a la Columna y la Virgen de la Soledad, ambos titulares de esta Hermandad.
Con 150 nazarenos, se ponían a caminar por una Osuna que los esperaba por calle Gordillos, destacando la anual parada en la casa de Los Pradas, y estrenando este año la restauración de la saya de salida por el taller sevillano de José Antonio Grande de León. También se estrenó un nuevo juego de varas repujadas para la presidencia y un pañuelo para María Santísima de la Soledad.
La AM Stmo. Cristo de la Bondad de Alcalá de Guadaira acompañó al misterio de la Hermandad de una manera sublima y la BM Villa de Osuna acompañó al palio. Ambos pasos estuvieron comandados por Antonio Ignacio Reina, Ángel Bellido, Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Jiménez en el misterio y por Manuel Navarro, Jesús Macías, José Manuel Cardeñosa y Enrique Castillo en el palio.
Este año era el primero que la Hermandad pasase por la puerta familiar de la casa de Javi Reina, por la Plaza del Duque, punto en el que ambos pasos volvieron a recordar su nombre y su memoria con la mujer y la familia allí presente. Ese era un punto concreto, pero a buen seguro la Hermandad siempre lo recordará, no solo por su buen hacer, sino por su eterno legado, el manto del Virgen del Rocío.