Crónica de José Manuel García del Lunes Santo 2025. Galería fotográfica de Jesús Povea
Comenzaba como comienza todo en los Cantillos del Carmen, con la celebración de la Santa Eucaristía Solemne en la Iglesia del Monasterio Carmelita, oficiada por el Rdo. Padre Elías, auxiliado por el diácono Don Francisco Manuel Rivera y presidido por el Hermano Mayor de la hermandad de la Humildad y Paciencia, El Presidente de Consejo de Hermandades y los hermanos mayores de Ntra. Sra. del Carmen y El Rocío, compañeras de parroquia.
A pesar de ser Lunes Santo, la tarde cuasi tornó en Jueves Santo de Oficios, revestido de duelo y pésame por la muerte de un cofrade ante todo cristiano, hijo, padre, esposo, amigo y hermano, pero sobre todo, Costalero Servita de casta y honra que se ha ido esta mañana bajo el manto celestial de la Virgen de la Soledad, que es la misma que la de los Dolores.
Llegadas las 19:30 se abrieron las puertas del templo para que un cortejo extraordinario saliese a rezar las estaciones del Santo Vía+Crucis de igual manera que viene haciéndolo desde hace 25 años, los mismos que el Señor de la Humildad regresara desde su casa en el convento de San Pedro a la suya que es el Convento Carmelita, año de celebración, en el que la Hermandad ha sabido hacer de manera Humilde, Carmelita y Real unos cultos y actos exquisitos rematados por este Via+Crucis irrepetible en el que el Señor de la Humildad y Paciencia, ha vuelto a mostrarse al su barrio y a su pueblo desde el paso de Jesús atado a la columna, presidiendo soberano, desde su eterna mirada perdida en la que tan solo, cabe todo.
La cruz de guía y el recuperado estandarte funerario, abrían y jalonaban el cortejo que fue recibió por un numerosísimo público que ansiaba ver al Señor más Señor si cabe estando más cerca del cielo, portado por más de 70 costaleros hijos suyos y hermanos entre ellos que con la misma delicadeza que cada Jueves Santo, sacaron sin variar al Señor de la Humildad y Paciencia a las calles de Osuna, que lo recibió con el himno nacional interpretado por la Banda de música Villa de Osuna, que con el mayor de los respetos y acierto, entonó como primera marcha, La Madrugá, en homenaje y recuerdo de Quiterio que ya disfruta de esa eterna madrugá.
Estación tras estación, el Cristo pensante y reflexivo, ha ido atrapando los corazones de los hermanos y devotos que en todo momento han acompañado el discurrir por las calles del recorrido, esperando en cada vuelta, atentos a cada levanta a pulso como evitando que el Señor no sufra ya mas quebrantos, mimándolo y cuidándolo, caminando siempre de frente a tambor sordo y marchas de corte fúnebre.
Calle Carmen, Plaza Salitre, Mancilla, para entrar de lleno en el mismo centro de su barrio, calle Las Prensas y Sosa, para buscar la esquina de Esparteros, su barrio, su origen, y enfilar Sor Ángela de la Cruz, en ese momento, tras Él, El Hondón, y esa eterna puesta de Sol, que se preñaba de nubes que acechaban al señor como sayón que pretendía azotar nuevamente al Señor de la Humildad con su látigo de lluvia, la lluvia y la historia de esta Hermandad, que le dio tregua suficiente como para parar frente por frente ante la iglesia del convento del Espíritu Santo donde las Hermanas de la Cruz que celebran su Jubileo particular, se sintieron reconfortadas en el rezo de la estación correspondientes y el canto amorosísimo al Santo Cristo que las bendijo con una vuelta infinita hasta poner rumbo otra vez calle arriba, y silencio, respeto y acompañamiento, como es mismo Jesús que medita en su pasión y ante su muerte, la familia de Quiterio, hizo honor a su estirpe y respondió en su infinito dolor al paso del Señor que acompaña siempre como es Él, con Humildad y Paciencia.
A la nueva llegada a los cantillos del Carmen, meridiano del recorrido previsto, y ante el avance insostenible del frente que acechaba cada vez más cerca de Las Vegas, la Junta de Gobierno decidió muy acertadamente, no exponer la venerada Imagen del Señor a un aguacero cada vez más probable a sones de Soleá Dame la Mano el Señor de la Humildad y Paciencia enfiló nuevamente la estrecha puerta del Carmen a eso de las 21:20, para proseguir con el Rezo del Vía+Crucis ante Nuestra Señora de la Soledad y ante el Altar Mayor, donde se dio por finalizado el rezo en torno a las 21:55 de esta noche de Lunes Santo que se antojaba apoteósica, pero que hasta en esta efeméride tan especial y emotiva para todos los esparteros, pellejos y humildes, el Señor de la Humildad y Paciencia, quiso ratificar los valores de esta Hermandad, recogimiento, seriedad, solemnidad, plegaria hecha canto por las hermanas de la Cruz, y rezo de su pueblo, como antaño, antes de que Él faltara, sobre su paso soberano, y pudiéndonos mirar a la cara para buscarnos el Alma.