El pasado 22 de mayo falleció un baluarte de las Hermandades de Osuna, Francisco Martín Herrera, a quien hoy José Antonio Cabello guarda su memoria
Francisco Martín Herrera, “Paco” para su familia, “Frasquito” para los amigos, conocidos y compañeros de trabajo, se nos ha ido sigilosamente, sin darnos cuenta, como mucho otros que en estos últimos malditos años han marchado a la casa del Padre; unos más conocidos, otros menos y no quiero dar nombres para no profundizar más en el dolor. Allí se habrá presentado con sus almohadillas bajo el brazo y al ser preguntado, con sonrojo, porque siempre había huido de presunciones, habrá contestado “Señor yo fui tu costalero y el de tu Madre, a la que también paseé por Osuna las tardes de Jueves Santo, guiando a sus costaleros”.
Como tantos, y gracias a ellos, nuestras Hermandades y Cofradías siguen existiendo y han llegado a nuestros días; fue de esos de los que debemos aprender. Siempre trabajó calladamente, unas veces con más responsabilidad, otras con menos, incluso otras con toda la responsabilidad.
Curiosamente, en la Hermandad que más tarde ingresó, la de Jesús Caído (1972 según fuentes de la propia Hermandad), fue en la que desarrolló cargos de responsabilidad y una labor más intensa, formando parte de varias Juntas de Gobierno, llegando a ser Hermano Mayor y capataz del paso de Ntra. Sra. de los Dolores al fallecimiento de Francisco Andújar y hasta que su hijo Lolo tomó el relevo, dando continuidad a la saga de los Andújar en tercera generación.
No obstante, fue costalero de Jesús Nazareno por tradición familiar paterna y de la Virgen de los Dolores por la vía materna.
En razón a su edad y sobre todo a su intensa vida cofrade, era como se suele decir, un libro abierto. Un cronista de aquellos años en los que nuestras Hermandades y Cofradías no se prodigaban mucho en dejar testimonio escrito de sus actividades y de las que tenemos noticias por algunos de los periódicos antiguos o por personas como él, verdaderos cronistas verbales.
Quizás a la que más tiempo perteneció, fue a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia. Lo era desde sus tiempos de estudiante, allá por los finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta, cuando D. Francisco Olid, recogió el testigo de los fundadores y la reorganizó como “Cofradía de los Estudiantes”.
Ignoro exactamente el número de hermano que pudiera tener, pero me atrevo a asegurar que, seguro, de los cinco primeros. Recuerdo en largas charlas, como me contaba las estaciones de penitencia de su juventud con el Cristo. Cuando saliendo de la Colegial, volvía a este templo, después de bajar por calle Sevilla y subir por San Pedro.
En una ocasión, cuando en unos de los cambios de día de salida, lo hizo en la noche del Jueves Santo y me decía que, subiendo por Alpechín, se escuchaba de fondo en el silencio de la madrugada la marcha real que anunciaba que estaba saliendo Jesús Nazareno.
Vivencias como la de aquella estación de penitencia, también con el Cristo, cuando fueron a buscarlo de entre las filas de nazarenos para llevarlo a su casa y comunicarle que su madre acababa de fallecer.
También perteneció a la entonces Junta de Hermandades de Penitencia y Gloria de Osuna. Durante el periodo 1984 a 1987, ocupando el cargo de secretario bajo la presidencia de Francisco Pérez Vargas y más tarde, hasta 1992, ocupando el cargo de vicepresidente bajo la presidencia de Santiago Fernández, ejerciendo de facto durante los últimos años de este periodo casi de presidente, y sacando adelante una etapa difícil de esta institución.
Sirvan estas torpes líneas como sincero, merecido y sentido homenaje a un buen hombre, un buen esposo, un buen padre y un gran cofrade. Nuestro más cariñoso saludo a toda su familia y en especial a su esposa, Rosa y a sus hijos, Ana y Francisco, continuadores de la saga cofrade, así como a su otro hijo Álvaro.
1 comentario en «In Memoriam Frasquito, por José Antonio Cabello»
DEP nuestro hermano Frasquito hemano.de sus hemanos que gozara con hello en presencia de nuestro Padre y Madre fuimos una gran familia te queremos Fraquito fuerza a su Rosa he hijos por tan gran perdida Familia Fernández