A tan solo 2 días de salir hacia las plantas de la Blanca Paloma nos atiende Manuel, compañero de este medio digital y rociero de pro
- ¿Qué esperas de este camino de la Hermandad de Osuna tras dos años de pandemia?
Desde la Junta de Gobierno, esperamos que Osuna se eche a caminar por los campos andaluces como lo ha hecho siempre, dando testimonio de fe mariana y acogiendo a todo el que quiera conocer el camino del Rocío.
- ¿Cómo se prepara una Hermandad para echarse al camino durante 9 días con una logística tan compleja?
Se va preparando desde comienzos de año, con muchas reuniones con los diferentes colectivos implicados en la organización de la Romería del Rocío como son: el Plan Romero, Guardia Civil, Espacio Natural de Doñana, Ayuntamientos, etc. Todo este dispositivo junto con las distintas Hermandades hemos tenido que trabajar codo con codo este año más aún; pues había que volver a engrasar los engranajes después de dos años sin organizar la Romería y volver a empezar desde cero.
Creemos que con la ilusión de esta Junta de Gobierno renovada, la esperanza de volver a reencontrarnos con la Santísima Virgen y el trabajo que llevamos realizando desde enero; Osuna llegará hasta el Rocío para cumplir su sueño un año más.
- ¿Con qué ánimos vais a emprender el camino con esta Junta de Gobierno renovada?
Son muchas ganas las que hay acumuladas durante estos dos años anteriores, en los que nos han dejado muchos hermanos para partir hacia las marismas eternas, pero también han venido hermanos nuevos que nos animan a seguir.
Estamos seguros de que no será un camino como los anteriores a 2019, porque ha cambiado todo: caminos, paradas, realización de solicitudes, precios, etc, pero si de algo sabemos los rocieros es hacer frente a las adversidades y después de 32 años de vida con muchas dificultades, la Hermandad de Osuna seguirá caminando hacia la Señora por y para siempre.
- ¿Qué tiene que tener una persona que haga el camino por primera vez?
Dos cosas básicas, tener fe en la Virgen María y fuerza de voluntad para aguantar las vicisitudes del camino, la convivencia y momentos mágicos van surgiendo solos durante el peregrinar. Cuando te traen a la Virgen del Rocío en la madrugada del Lunes y te la paran los almonteños cerquita; entonces comprendes las dificultades del camino. Al final, siempre está la Madre.