«Este año será el primero de este nuevo tiempo que se nos avecina en el que todos los cofrades debemos dar ejemplo y hacer todo correctamente sin prisas.»
La cuaresma es tiempo de renovación y de reflexión, en ella celebramos el gran misterio pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo, además, es tiempo de transformación en torno a la preparación y renovación del Bautismo y pasada ésta volvemos a la normalidad del tiempo litúrgico llamado el tiempo ordinario, observamos un gran paralelismo con el tiempo que nos ha tocado vivir, esa llamada “nueva normalidad”, no sabremos cómo podremos vivirla este año, si será como siempre o tendremos que cambiar algunas cosas.
Es también tiempo de reencuentros. Osuna acoge esos días a muchos de sus hijos que por una causa u otra tuvieron la necesidad de salir de aquí.
Después de dos años atípicos, parece que este 2022 sí podremos celebrar nuestra Semana Santa como más nos gusta, con los pasos en la calle. Durante la pandemia hemos pasado una semana santa sin poder salir de casa y otra con solo los cultos internos de nuestras hermandades sin apenas convivencia dentro.
Acostumbrados a vivir una semana santa de puertas hacia fuera, estos dos últimos años nos hemos visto obligados a dejar a un lado nuestras tradiciones y vivirla de forma mas privada. Todos estamos deseando vivir la cuaresma como nos manda la Iglesia, en comunión con nuestros hermanos haciendo protestación publica de nuestra fe
Este año será el primero de este nuevo tiempo que se nos avecina en el que todos los cofrades debemos dar ejemplo y hacer todo correctamente sin prisas.
Me gustaría describirles lo que vivo desde mi punto de vista esos días
Mi semana santa comienza con la cuaresma, como muchos sabéis soy capataz del paso del Santísimo Cristo de la Misericordia y casi cuando la cuaresma acaba de comenzar, nosotros también empezamos los ensayos con los costaleros, “entaque” de los mismos, comida de hermanamiento y ensayos propios de este tiempo. Este año estaré cara a cara tanto con una imagen renovada de mi Cristo debido a la restauración que con tanto acierto ha realizado D. Pedro Manzano, como con su nueva cruz de salida, sirva también este articulo para dar las gracias a esta Junta de Gobierno que vio la perentoria necesidad de realizar todo esto con el sacrificio económico que ello conlleva por una parte y el devocional por otro, ya que durante casi siete meses no hemos podido disfrutar de su presencia entre nosotros.
Es desde mi privilegiada posición en el cortejo penitencial donde mas puedo disfrutar tanto de la imagen del Cristo de Juan de Mesa, como del bello discurrir de nuestra cofradía por el centro histórico de nuestra ciudad, su orden, su silencio, la disposición de las insignias, su cuerpo de acólitos, etc. Por otro lado, es fundamental para que todo salga bien la complicidad con la Diputada Mayor de Gobierno y eso facilita en mucho mi labor cada miércoles santo. Esta posición es también una gran responsabilidad, soy los ojos junto con Daniel Reina y José Cabello de los dieciocho hermanos que tienen el honor de portar a esta joya de la imaginería barroca sevillana y juntos como uno solo presentamos cada año al Cristo de la Misericordia ante su pueblo, deseando que este acto de culto externo de nuestra cofradía ayude a la evangelización de las personas que lo presencian y que estos sientan que va derramando su infinita misericordia allá por donde pasa. Es en el último “Ahí queó” y al sonido del llamador dentro de la Colegiata, donde todo el peso de la responsabilidad se transforma en la alegría del deber cumplido, es el momento de vivir las emociones más intensamente, de ver ojos velados por las lágrimas, de sentir el orgullo de lo realizado en mis hermanos, de abrazos de los de verdad y de comenzar la espera de un nuevo Miércoles Santo para volver a sentir todas esas vivencias.
Por último, me gustaría agradecer a los miembros del Estandarte la posibilidad de escribir este artículo.
Que el Santísimo Cristo de la Misericordia nos guie y proteja en todas nuestras decisiones
Un saludo
Francisco José Caraballo