«Quizás no te hayas dado cuenta, pero ha podido ser este año su mejor Semana Santa«
Cuando acabes de leer estas líneas cierra los ojos. Recuerda tu primera Semana Santa, intenta traer a la mente el primer recuerdo vestido de nazareno, tu primer recuerdo andando hasta la iglesia para salir con tu hermandad, tu infancia, tu primera Semana Santa… Después, cuando lo hayas conseguido con una sonrisa de oreja a oreja, intenta evocar tu mejor Semana Santa, el mejor día de tu vida con tu Hermandad, la mejor estación de penitencia que hayas tenido, ¿la recuerdas?, pues quizás no te hayas dado cuenta, pero ha podido ser, este año, la mejor Semana Santa del niño que llevabas de la mano, de la niña que has acompañado hasta la iglesia, de tu hijo, de tu sobrina, de tu nieto… ¿te has parado a pensarlo?.
He oído en estos días muchas veces la frase «Ha sido una Semana Santa para olvidar», «Esta Semana Santa jamás se recordará», pero quizás no la recuerdes tú, porque a lo mejor ha sido rutinaria, quizás sí la recuerde ese niño que ha tenido por primera vez en su vida noción en la memoria y ya no se le olvide más el silencio antes de la decisión de la salida. Quizás a esa niña no se le olvide más, que fue este su primer año que miró a los ojos de sus titulares y quedó enamorada. Quizás ese joven, que es acompañado por su padre, sea la primera vez que pisa el lugar donde los costaleros se convierten en héroes y haya sido esta Semana Santa la primera vez que quiera sentirse dentro de unos años costalero. Quizás la niña ha mirado al Hermano Mayor anunciar, con responsabilidad, la decisión de su Junta y haya sentido la necesidad de ser ella, dentro de unos años, esa persona. Quizás no te hayas dado cuenta, pero ha podido ser este año su mejor Semana Santa.
La rutina, el día a día, el trasiego de querer darle importancia a lo que no es importante, nos hace evadirnos de detalles tan insignificantes como estos. «Como ya lo hemos vivido, no nos paramos a pensarlo», pero una vez en el pasado, alguien hizo lo mismo que estamos haciendo nosotros con nuestra descendencia: Llevarlos a la iglesia en su primera vez, vestirlos de nazareno en su primera vez, acercarlos a nuestras imágenes por primera vez…
Si os dais cuenta en todo el artículo he hablado en «suposición», con el quizás por delante, porque ¿quién te dice que no ha ocurrido?, ¿quién te dice que quizás aún tenga que ocurrir? Porque eso solo lo sabe la memoria, solo lo sabe el conocimiento cuando esas personas sean mayores y lo recuerden, por eso, aprovéchala como si fuese la última, o mejor, aprovéchala cada vez que venga como si fuese la mejor Semana Santa del mundo. ¡Feliz Pascua de Resurrección!