La Hermandad de Fátima realizó por primera vez en su historia salida procesional hasta carrera oficial en Osuna
Tras un largo camino de trabajo y formación, llegó el esperado día con el que había soñado el barrio de Fátima y el pueblo de Osuna. Sus vecinos vistieron las mejores galas y se perfumaron con la ilusión de los días nuevos; esos que, por su importancia, se quedan en el cajón de la memoria junto a los mejores recuerdos de nuestra vida.
Esos que no volveremos a disfrutar en mucho tiempo, ocasiones de las que tomaremos consciencia de su importancia cuando, con el paso del tiempo, recordemos que vivimos el primer día en que salió a la calle la nueva hermandad que tiene por titulares a Nuestro Padre Jesús de la Salud en su presentación al pueblo y María Santísima de la Encarnación.
Un primer día, una primera vez en la que nuestras retinas vieron la elegancia y el resplandor especial con que pasearon por las calles, en su cita con Osuna, una ocasión tan especial que ni la lluvia pudo deslucir porque sus nazarenos siempre recordarán esa primera vez.
Es cierto que la Villa Ducal hubiera querido que fuera de otra manera pero, es igualmente cierto, que ya ocupan su lugar en la nómina de las hermandades de Osuna porque con su buen hacer lo han ido labrando en letras de oro como si del mejor orfebre se tratara.
Ahora sólo queda esperar un nuevo año de ilusiones y de devoción desbordada que les llevarán a un nuevo amanecer de Miércoles Santo en que renovarán su fe por la calles de Osuna. La ocasión era tan especial que ni la lluvia impidió que el ímpetu de la ansiada primera vez quedará apartado en un rincón.
Y una vez en casa, podemos decir que el Señor de la Salud le ha regalado dos días históricos a su hermandad, su primer Miércoles Santo y la primera estación de penitencia en un día resplandeciente… pero eso es el siguiente capítulo de una larga historia que disfrutaremos junto a Ellos.
Sigamos llevando la Salud al mundo; LAUS DEO.