La Cofradía de la Misericordia no pudo realizar su estación de penitencia por las calles de Osuna debido a las inclemencias meteorológicas
Un fuerte viento que azotaba de forma agresiva las diferentes columnas que sostienen la Colegiata y una lluvia que de menos a más bañaba la villa, fueron los inauguradores de esta importante jornada de Jueves Santo Madrugá para Osuna.
Comenzaban a llegar nazarenos de la cofradía a la Insigne Iglesia Colegial de forma ordenada, silenciosa y cabizbaja. Cabizbaja porque muchos, ya se preveían lo que se venía.
Justo a las 23.30 horas, la Junta de Gobierno se encontraba reunida en Cabildo de Oficiales, madurando la decisión que ya todos los presentes intuían. No más de 10 minutos más tarde, un miembro de Junta desde el púlpito lo hizo oficial: “La Junta de Gobierno reunida en Cabildo ha decidido no realizar Estación de Penitencia”, expresó.
Los nazarenos fueron colocados por tramos junto a las Insignias y encabezados por los dos faroles y la Cruz de Guía ubicados a escasos metros de la puerta principal. A las 00.00 horas se hizo el silencio. Se apagaron de golpe todas las luces de la Colegiata, siendo lo único que iluminaba, la luz de la verdad que desprendían los cirios de los casi 200 nazarenos allí presentes. Dos focos de luz pobre esclarecían el rico rostro del Señor,
mientras que se rezaba el tradicional Vía-Crucis.
Una de las estampas más emocionantes de este Miércoles Santo, fue sin duda la mirada de Manuel Aranda “China” hacia el Cristo de la Misericordia durante el rezo. Esa mirada hablaba por sí sola.
Al finalizar, tras el “matracazo”, todos los hermanos se abrazaban y aunque resulte utópico lo siguiente, se respiraba un ambiente festivo y de alegría aún sin haber realizado Estación de Penitencia por las calles del pueblo. Esto demuestra la madurez de los más pequeños, la sensatez de los mayores y la confianza que todos los hermanos depositan en su Junta de Gobierno.
Un ejemplo claro de que esta Cofradía, es Cofradía los 365 días del año.