La medalla fue solicitada por el párroco de la Asunción, D. Manuel Ávalos. El homenajeado anima a otras personas, jóvenes y mayores, a hacerse voluntarios de Cáritas.
En el día de ayer, en el Convento de la Encarnación de Osuna, «Manolo» Cruz recibió la medalla Pro Ecclesia hispalense de manos de Monseñor José Ángel Saiz Meneses.
La ceremonia tuvo lugar a las ocho de la tarde, siendo este un reconocimiento que Manuel Cruz asegura que no se esperaba y le impresionó “mucho”, tal y como se puede observar en la web de la Archidiócesis de Sevilla.
El homenajeado tiene 77 años, está casado y ha sido trabajador de Banca. Según explica el párroco, Manuel Ávalos, “lleva desde los 17 años en la Cáritas parroquial, habiendo desempeñado cargos como secretario, tesorero y director”. Aun hoy, “sigue entregado en cuerpo y alma a esta institución. Es único para hacer socios, gracias a la habilidad que posee para llegar a las personas y conseguir lo que se propone”, añade el párroco. No en vano, esto ha permitido situar la Cáritas parroquial de la Asunción como la segunda en volumen de ingresos de la Archidiócesis.
Además de su gestión y administración en Cáritas, explica el párroco, “son muchas las horas que Manuel ha dedicado a esta entidad a través de la atención de las familias necesitadas. En algunas ocasiones, más allá del tiempo de las acogidas en la sede de Cáritas; a su casa solían acudir algunas familias solicitándole ayuda y nunca dejó de atenderlas”.
Finalmente, señala que “su labor asistencial no se ha limitado únicamente a Osuna, sino que durante varios años ha organizado visitas a los internos de la cárcel Sevilla 2”.
Por todo ello, el párroco solicitó una medalla Pro Ecclesia hispalense para Manuel Cruz, “para mostrar que la vida del cristiano puede ser y es muy fecunda, aunque el Señor no le haya concedido hijos”. “Hablar de Manuel -continúa- es hablar de un hombre que también ama la Iglesia y ama a su Parroquia de la Asunción. Amigo de todos los sacerdotes que han pasado por la parroquia”. “Personalmente -concluye- pienso que Manuel ha sido una de esas personas tocadas de la mano del Señor. Más allá de la frialdad de los números, su labor en Cáritas y con los socios ha hecho que, gracias a los fondos económicos que ha ido consiguiendo, se pudiera ayudar a muchas familias a salir de su precaria situación. Aún hoy en Cáritas vivimos de los réditos de aquella labor de Manuel”.
Por su parte, el homenajeado anima a otras personas, jóvenes y mayores, a hacerse voluntarios de Cáritas.